jueves, 5 de noviembre de 2009

El pecado original

Hace un par de días salí de fiesta con unos amigos, yo iba acompañado, otros también pero uno de ellos iba solo y luego de estar un rato en la discoteca comenzó a dar vueltas por la misma para ver si podía conocer a alguna chica. Cada cierto tiempo volvía a donde estábamos nosotros diciendo que había saludado a una chica y esta se le había quedado mirando como si estuviera loco y simplemente se dio la vuelta, luego con otra logró conversar un poco pero ella perdió interés, etc.

En fin, se dio cuenta de que estaba haciendo algo mal a pesar de tener algunos conocimientos y de no ser una persona tímida, luego de esto me pregunto que estaba haciendo mal, me pregunto, ¿Cuál era ese primer error que estaba pasando por alto?

Le pedí que me describiera con detalle cada situación en la que había fallado, que no solo me describiera lo que había dicho y hecho sino que me dijera también lo que había sentido y pensado, rápidamente me di cuenta de que estaba sucediendo, luego me fije en que es algo que siempre sucede, que nos sucede a todos.

El primer error que cometemos los hombres es en realidad un conjunto de cosas que pasamos por alto así como una serie de equivocaciones, comenzando por pensar que ellas no tienen temores al igual que nosotros, pensamos que ellas no sienten inseguridad o miedo ante una nueva posible relación.

Parece que inconcientemente los hombres dotamos a las mujeres de superpoderes, creemos que son capaces de escuchar nuestros pensamientos, de saber lo que vamos a decir incluso antes que nosotros mismos armemos las frases en nuestras cabezas.

La manera en que pensamos en nosotros mismos en comparación a como pensamos en ellas es un error, cuando vamos a abordar a una chica, nos concentramos demasiado en ella, nos enfocamos en complacerlas demasiado y dejamos de lado lo que nos complace a nosotros, lo dejamos de lado con tal de satisfacerlas y en realidad lo que satisface a una mujer es un hombre que pueda complacerla sin dejar de cubrir sus propias necesidades y sin dejar de ser dueño de si mismo.

Cuando abordemos a una chica tenemos que dejar de pensar en que es lo que le gustaría escuchar y decir lo que querríamos decir, si quieres decir simplemente “Hola”, hazlo, si quieres abrir con una línea, hazlo, lo realmente importante es sentirse seguro y no buscar decir lo que una chica quiere escuchar, porque la percepción que tenemos o lo que nosotros creemos que una chica quiere escuchar suele ser muy diferente a lo que realmente quieren escuchar.

También debemos tomar en cuenta que una chica tiene miedos e inseguridades igual que todos nosotros, no quiero decir con esto que nos aprovechemos de ello, lo que quiero decir es que todos somos humanos, hombres y mujeres, y si vamos a un abordaje pensando en que tenemos miedo pero ellas no, es más, pensando que son capaces de oler el miedo como los perros y rechazarnos sin si quiera abrir la boca y decirles “Hola”; si vamos pensando así, nuestros pensamientos se materializaran.

completaseduccion@gmail.com
plugandplay7@gmail.com

por Plug & Play.

No hay comentarios:

Publicar un comentario