Napoleónicas

Así como a las mujeres les encanta conseguir un hombre dominante y volverlo sumiso, les gusta jugar a los conquistadores y poco a poco ir conquistando los diferentes terrenos de tu vida, no he llegado a comprender si esto es conciente o inconciente de su parte pero es un fenómeno que sin duda me llama muchísimo la atención.

Este se presenta sobre todo en relaciones estables o a largo plazo y puede iniciarse muy tempranamente. Aunque depende de cada chica, las probabilidades de que su interpretación de Napoleón o Cleopatra se den, son casi seguras.

Mucha culpa de esto la tenemos nosotros los hombres que desde hace muchos años dejamos las riendas de la relación, la casa, la familia; a las mujeres, cuantas veces has escuchado a un hombre casado decir “en la casa, los pantalones los lleva mi esposa” o “mi mujer tiene la ultima palabra”.

De igual manera como nosotros llevamos viendo esto desde nuestro hogar, las niñas, desde pequeñas se dan cuenta de que quien manda en la casa es su madre e inclusive comienzan a practicar con sus padres y este pasa a ser un “esclavo” de ambas y si es hija única pobre de él, creo que el ardiente deseo de muchos futuros padres de que el bebe venidero resulte varón son así de fuertes para poder contar con un aliado en casa o al menos con un compañero de labores.

Pero ¿Cómo comienza este fenómeno en las relaciones de pareja y cómo podemos evitarlo?

Imagina que tu chica va a tu casa a quedarse una noche o un fin de semana y por “error” se deja allí un pendiente, coleta, diadema, léase cualquier accesorio fácilmente olvidable si nosotros lo usáramos pero ¿ellas? De verdad crees que olvidan esas cosas por ahí, NO, es una estrategia, simple pero efectiva.

Lo siguiente, cuando vuelva a quedarse en tu casa o ni si quiera, cuando vaya a tu casa así sea solo para tomar algo antes de salir o para lo que sea, llevara un cepillo de dientes para “la próxima vez”, luego te pedirá que desocupes un cajón y cuando te des cuenta, medio armario es de ella.

Son dictadoras…y la única manera de evitar tener que escapar exiliado es no dejando que estas cosas sucedan, como dicen: “curarse en salud”, mantener el poder de tu tiempo y tu propiedad y si va a disfrutar de un poco de tu espacio que sea fuertemente supervisado y que sea decisión tuya, que seas tu quien le ponga un cepillo de dientes y no ella.

Para cuando se deje algo en tu casa, desaparécelo, lo más seguro es que no te pregunte si sabes de su paradero y si lo hace, niégalo todo, lo único que sabes es que no sabes nada.

Una vez que dejas que ella sea la líder del proyecto de manada que están llevando a cabo ambos, has firmado un auto golpe de estado y su régimen dictatorial será vitalicio.

¿Cuántas veces has escuchado: “mi esposa es la que manda”?

¿Has sido victima de este fenómeno?

¿Crees que puede realmente evitarse?

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por Plug & Play.